Comentario
A diferencia de la distribución regional que alcanzaron los estados y estilos de Cajamarca, Huamachuco, Moche, Lima y Nazca, con desarrollos urbanos y relaciones a larga distancia, los asentamientos del Intermedio Temprano en la zona de Ayacucho no reflejan la misma pujanza económica ni política. Es el caso de Huarpa, cuyo nombre deriva del río Huarpa, un afluente del Mantaro en torno al cual se establecieron asentamientos a una altitud que osciló entre los 2.600 y los 3.600 m.
Huarpa está definido por un estilo cerámico que tiene elementos finales de la cultura Nazca, los cuales se harán más notorios en la etapa posterior mediante el estilo Chakipampa. El rasgo más sobresaliente de esta cultura es la tecnología hidráulica adaptada a una de las regiones más secas de la sierra sur. Consiste ésta en la aplicación de amplios sistemas de andenerías en las escarpadas sierras, que hicieron posible el cultivo a altitudes superiores a los 3.000 m. Con todo, la población no fue muy densa, siendo Ñawinpunkyo el único centro de integración de la cuenca, que consiste de una zona ceremonial con templos y palacios y una zona residencial. Al final de la etapa, en lugar de la aparición de las primeras instituciones imperiales Huari en la región, proliferaron en Ayacucho colonias costeñas, que implantaron centros de poder económico y político en la sierra.